miércoles, 1 de octubre de 2014

En la carrera de Historia NO ESTÁ TODO BIEN

     Lxs estudiantes de la carrera de Historia que cursamos todos los días en la facultad sabemos que los problemas con los que tenemos que convivir son muchos. No sólo tenemos que cursar en un edificio que se cae a pedazos, producto de la falta de presupuesto en la facultad y una gestión que avanza sobre los derechos estudiantiles, sino que nuestra carrera tiene sus propios males. Muchos de nuestrxs docentes están ad-honorem (somos la carrera con más docentes sin cobrar de la facultad, ¡más de 60!) y la gestión del departamento con Campagno a la cabeza se atiene sólo a administrar la miseria presupuestaria existente. Para peor, lejos de acercarse a la solución de este conflicto, ni siquiera fueron capaces de defender a Octavio Colombo cuando a principio de año la gestión de la facultad le quitó el sueldo que cobraba, en un claro acto de persecusión política por ser parte de la oposición al decanato. A esto se le suma lo que todxs vivimos año tras año: la oferta horaria de nuestra carrera no contempla nuestras necesidades, especialmente de lxs estudiantes que trabajamos y tenemos que hacer malabares para poder cursar las materias que queremos.

     Frente a todos estos problemas, lxs estudiantes retrocedimos algunos casilleros respecto de cómo encaramos luchas anteriores. Lxs estudiantes de Historia tenemos una tradición de grandes asambleas interclaustros, con debates que han tenido la fuerza suficiente como para imponer sus decisiones a la autoridades y así lograr hitos únicos en la facultad como elegir al director del departamento en asamblea con un programa de reivindicaciones. La realidad hoy en día es bastante distinta, no tenemos un movimiento estudiantil que pueda encarar discusiones, ir a buscar al resto de los claustros ni terminar de definir un plan de lucha para avanzar en nuestras reivindicaciones. La necesidad de reforma tanto del plan de estudios como de la composición de la Junta Departamental ha sido ninguneada sistemáticamente por las autoridades del departamento y, lamentablemente, no hemos podido construir la movilización suficiente para arrancar estos reclamos.

     En este sentido vemos como preocupante los dichos de la minoría estudiantil en la Junta, el Partido Obrero, en la última declaración que hicieron pública. Lejos de preocuparse por cómo avanzar en los urgentes reclamos necesarios en la carrera de Historia, el PO decide dedicarle su tiempo a una pelea facciosa con otras fuerzas de izquierda. En esta declaración plantea un escenario en el cual la única carrera que ha visto avances en los reclamos estudiantiles es Historia, la única en la que ellos tienen representación. No sólo esto nos parece muy alejado de la realidad por todas las situaciones por las que atraviesa nuestra carrera, problemas ya discutidos y difundidos, sino que lamentamos que los esfuerzos del PO no sean en favor de luchar contra La Mariátegui (mayoría estudiantil en la Junta, que traicionó el mandato de la asamblea en la última votación de director, mostrando un claro acuerdo con la gestión del departamento) o contra Campagno y sus profesores, que son quienes mantienen a la carrera en la precariedad en la que se encuentra.

     Llamamos a los compañeros del Partido Obrero y a todas las organizaciones de izquierda que se plantean luchar contra la gestión del departamento a dejar de lado las peleas facciosas y poder construir un movimiento estudiantil que se pueda plantar ante los embates de las camarillas. Es necesario ahora más que nunca que lxs estudiantes podamos construir junto con lxs docentes una estrategia conjunta y no seguir peleando entre nosotrxs frente a una gestión que avanza.