domingo, 28 de noviembre de 2010

Plataforma 2010 - Elecciones de Junta Departamental de Historia

Hacia la fundación de una nueva carrera de Historia 
Luchar, crear… Una historia popular!

“Solo tiene derecho a encender en el pasado la chispa de la esperanza aquel historiador traspasado por la idea de que ni siquiera los muertos estarán a salvo del enemigo, si este vence. Y este no ha dejado de vencer.”
Walter Benjamin

Historiando historia
El pueblo quiere saber ¿Y en la junta que pasa?

“En sustancia, el intelectual no es ni un pacificador ni un artífice de consenso, sino alguien que ha apostado toda su existencia en el sentido crítico, la conciencia de no estar dispuesto a aceptar las formulas fáciles, los modelos prefabricados, las confirmaciones aquiescentes y complacientes de lo que los poderosos y los bienpensantes tiene para decir y lo que después hacen. Una capacidad que no se refleja sólo en el rechazo pasivo, sino en la voluntad activa de usar la palabra en público
E. Said



En la carrera venimos de un proceso que se inició en el 2005, y significó la posibilidad de abrir una brecha en la hegemonía política de las camarillas modernas dominantes desde el 83.Logramos desestabilizar el status quo imperante con la lucha, la movilización masiva y la discusión abierta y participativa en grandes asambleas. Pese a esto, no pudimos resolver la cuestión del gobierno de la carrera: no hubo director ni funcionamiento regular, por lo que el funcionando se limitó a media junta por varios años. Se abrieron cátedras paralelas, se renovaron parcialmente los contenidos, salieron variados seminarios pero no logramos avanzar a fondo hacia una nueva forma de gobierno de la carrera con una participación real de las mayorías de la comunidad educativa, ni tampoco en una transformación de contenidos y  estructuras del plan de estudios. Con la elección del director (Rodríguez Otero) en 2009 a mano alzada, en una asamblea de 400 estudiantes, graduados y docentes dimos comienzo a una nueva etapa con la esperanza de poder avanzar. Creemos que la decisión tomada colectivamente por aquellos tiempos fue acertada y permitió que el departamento volviese a funcionar recuperándolo como ámbito de discusión y propuesta para las distintas cuestiones relacionadas a Historia. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones del director y algunos graduados y docentes que tuvieron iniciativas interesantes, como las concurridas charlas sobre ingreso a la docencia e ingreso a la investigación, o las jornadas de debate para la reforma del plan de estudios, el proceso se estancó en estos dos años y no siguió mucho más allá de un diagnóstico de la carrera que tenemos, producto de la caída en la participación y la falta de iniciativa de los distintos sectores. Extrañamente a lo que podría suponerse, al ser los estudiantes históricamente el factor más dinámico del cambio en la Universidad, desde la representación de mayoría y minoría del claustro estudiantil no mostraron ninguna iniciativa para impulsar las jornadas, a tal punto, que ni siquiera participaron en varias de las reuniones en lo que va del 2010.

Esta fuerte falta de iniciativa de La Mariategui y el Bloque (PO) se evidencia todavía más teniendo en cuenta que estamos ante una coyuntura favorable para impulsar una transformación de la carrera, con la reforma del plan de estudios como posibilidad efectiva en danza, con un director elegido en asamblea y con mandato revocable; y la valiosa experiencia de lucha producto del recorrido que venimos desarrollando desde el 2005, principalmente con la apertura de las cátedras paralelas. Esto último es importante destacarlo ya que fue un producto de las luchas desarrolladas durante estos años, y fueron una herramienta para disputarle la hegemonía a los modernos dentro del campo académico, lo cual tuvo como resultado que ahora ya no tengan un predominio dentro de la carrera y haya otros enfoques que permiten avanzar en nuevas reflexiones sobre la Historia. Ahora este proceso tiene sus límites y aspectos contradictorios, las cátedras paralelas no son la panacea por varias razones. En cuanto a prácticas políticas y académicas, lamentablemente reproducen el clientelismo, las designaciones a dedo, las visiones monolíticas dentro de un cátedra, y sobre todo la concepción verticalista e individualista de producción del conocimiento que esta forma de organizar las materias de estudio tiene, reflejándose en el funcionamiento en clase, poco dinámico, muchas veces meramente reproductivo, sin diálogo con el docente, ni participación activa del estudiante o alumno (como se lo entiende desde la vieja concepción feudoburguesa, un objeto sin luz, sin conocimiento).

Asimismo, vemos que en los compañeros hay una clara adaptación administrativista al funcionamiento de la Junta (donde durante este tiempo la agenda la impusieron siempre desde otros claustros) a gestionar lo cotidiano sin proponer nada, sumidos en el devenir burocrático, utilizando los espacios institucionales para sacar sólo repudios y declaraciones, hecho que enmascara que poco tienen para aportarle a la carrera. El Bloque, sin un acuerdo sobre qué pasa en la carrera, critica ferozmente a la junta sin hacer ni media propuesta dentro de ella. Párrafo aparte merece el hecho de su constante ausencia en el proceso de reforma del plan, no sólo por que no estén, sino porque incluso consideran que ¡no es necesario! Por su parte, La Mariátegui, tiene su propuesta de plan alternativo desde hace 12 años, lo que demuestra que su postura no es la de discutir colectivamente un plan nuevo, sino la de imponer o negociar uno que ya tienen hecho de antemano. Inclusive, levantan que cualquier reforma del plan que pueda hacerse, agitando el fantasma de la Ley de Educación Superior menemista y las acreditaciones a la CoNEAU (a causa de la participación de la gestión en la discusión de las reformas de los profesorados y la aplicación de los prohum promovidos por Educación), puede poner en peligro todo lo conseguido, evitando así enfrentar a los gobiernos de la facultad y el nacional impulsando una reforma con otros criterios. Creemos por supuesto que hay que  enfrentar a los intentos de reforma y acreditación de nuestro profesorado a la CoNEAU (como se lo enfrentó en Exactas) u otros organismos de evaluación externa por los medios que fueren, con toda nuestra fuerza porque  sabemos que bajo la excusa de aumentar el valor de nuestros títulos las acreditaciones esconden la adaptación de los contenidos a exigencias corporativas y mercantiles, que claramente no son los criterios de quienes elegimos, defendemos y queremos mejorar la educación pública.  Pero eso no puede ser una excusa para el conformismo derrotista y conservador que busca paralizar cualquier intento de romper con el status quo e impulsar un cambio que ya vemos a esta altura como indispensable.


Esta posición indica que estos compañeros no tienen confianza en lo que los estudiantes podemos lograr con nuestra fuerza e inteligencia organizadas junto con los docentes y graduados que están en la pelea.

En este sentido y analizando el contenido mismo de los cambios en la carrera de los últimos cinco años, vemos un resultado desigual considerando materia por materia, pero que de conjunto no representa un avance definitivo hacia un cambio del carácter enciclopedista, reproductivo, elitista, eurocéntrico y occidentalista de la carrera, la cual tiene como fundamental referencia las escuelas historiográficas norteamericanas, inglesas y francesas. Sin desconocer la importancia de estas corrientes creemos necesario que el estudio de historia en Argentina empiece a reflejar los cambios que se suscitaron, por lo menos en las últimas dos décadas, en el mundo y en el continente no sólo en la dimensión del pensamiento sino esencialmente en la realidad social y política;  las palabras de Aníbal Quijano sintetizan bien esto que afirmamos: “América Latina fue el espacio original y el momento inicial de formación del capitalismo colonial/moderno. Hoy es, por fin, el centro mismo de la resistencia mundial y de la producción de alternativas contra este padrón de poder”. Asumiendo como propia esta perspectiva en virtud de la situación que hoy vivimos en Latinoamérica y en medio de la crisis mundial del capitalismo ¿Podemos seguir pensando, haciendo y reproduciendo una historia que sea centralmente el derrotero de la civilización burguesa que irradió su cultura desde Europa y EEUU? ¿Podemos seguir pensándonos como historiadores, profesores o intelectuales concebidos en una matriz europea? ¿Qué lugar tienen en nuestra carrera el recorrido de luchas y resistencias de los pueblos del mundo ante el capital y las diversas formas históricas de explotación y opresión? Buscar respuesta a estas preguntas nos puede ayudar a transitar otro camino necesario para constituirnos como historiadores críticos, originales, creativos y comprometidos.


Desde La Juntada  en Historia buscamos con ahínco revertir esta situación. No sólo hemos participado en todas las jornadas en todo momento, así como de casi todas las reuniones de Juntas, compartiendo con todos los compañeros a través de los informes que circulan por mail sesión tras sesión,  lo que pasaba o dejaba de pasar en la carrera (paso fundamental para avanzar en la democratización es democratizar la información). También lo hemos hecho con propuestas,  e impulsando todo tipo de iniciativas por fuera de los espacios institucionales: charlas, jornadas, debates, donde discutimos diversas cuestiones académicas y abordamos la realidad convulsionada de nuestro continente. Entendemos que conocimiento es poder, y los que lo ejercen le temen a las propuestas, a la disputa real. Hagamos valer con prepotencia de trabajo nuestras inquietudes; cuanto más unidos estemos, más se escucharán nuestras voces. Porque creemos que otra carrera no sólo es necesaria, sino que también es posible.

Caperucita roja y el lobo K
“El pasado se puede reactivar no en su pureza, sino como pensamiento fronterizo crítico”
W. Mignolo


Como seguro leíste, El Bloque nos acusa de adaptación a la gestión K de Trinchero diciendo que presentamos nuestros logros como una lavada de cara al trincherismo. En este punto queremos marcar una vez más que las mentiras del PO van de la mano de su incapacidad (o falta de voluntad) por hacer de los espacios institucionales una trinchera más de lucha. La lógica que subyace tras sus argumentos no es otra que la de que todo aquel que haga algo, se adapta. Por ende, no hay que hacer nada en juntas y en consejo (salvo utilizarlo como una tribuna partidista) con tal de mantener la independencia y la pureza. Las preguntas que este tipo de pensamiento lineal nos genera son varias: ¿para que se presentan a  elecciones entonces? ¿Con esta argumentación no querrán tapar el hecho de que durante varios años en los que fueron consejeros no presentaron ni un solo proyecto? ¿Tienen algún ejemplo concreto para demostrar nuestra adaptación, o es pura retórica electoralista? ¿Son estos paladines de la independencia política los mismos que se juntan con una agrupación K en antropo? Peor aún, cuando mienten al decir que haciendo cosas no se enfrenta a la gestión para autojustificarse, como si una cosa se contrapusiera con la otra. Por todo esto, votarlos sería un paso atrás en la transformación de la facultad, y hasta sería irresponsable votar candidatos a Junta que de antemano afirman que no van a hacer nada!!! Es tiempo de echar por la borda estas prácticas políticas basadas en la mentira y en los falsos opuestos, es hora de avanzar en la conquista de las reivindicaciones aprovechando todas las instancias políticas, gremiales e institucionales al alcance. Que no te engañen con prosa izquierdista que esconde prácticas liberales, y bien lo saben ellos, que a la gestión la enfrentamos entre todos codo a codo. Y si no, que lo demuestren concretamente. La verdadera alternativa independiente del gobierno K y la gestión es la Juntada, que ni trinchero ni nadie le regaló nada, y no estos grupos oportunistas que en antropo se disfrazan de asamblearios y en historia no convocan a más de una asamblea por año!!!


No te dejes engañar, el PO no tiene ningún problema en hacer frentes electorales con la Mariategui kirchnerista con tal de no perder terreno, y se dicen independientes!!! En Historia en cambio, van separados, porque efectivamente los separan sus intereses particulares en la carrera, pero los une su lógica oportunista y su falta de claridad a la hora de ocupar lugares institucionales, a la par que su desmovilización y falta de iniciativa.

Otra junta, un paso hacia otra historia
“Si la construcción del futuro y el resultado final de todos los tiempos no es asunto nuestro, es todavía más claro lo que debemos lograr en el presente: me refiero a la crítica despiadada de todo lo que existe, despiadada en el sentido de que la crítica no retrocede ante sus propios resultados ni teme entrar en conflicto con los poderes establecidos”
Carlos Marx

Toda esta política prescindente del espacio de junta que describimos arriba  se complementa con una estrategia faccionalista camarillesca que brega por acomodar la quintita propia, cuidar que no se cambien demasiado  las reglas del juego, hecho que pondría en peligro a sus sectores afines más ya estructurados en la carrera. En definitiva, salvando a la dirección del departamento y a un sector de graduados, las representaciones estudiantiles terminan repitiendo las mismas lógicas que los modernos, pero bajo un discurso de izquierda y combativo. ¿Los resultados de esto? el status quo se mantiene, y las quintitas de cada uno no se tocan. Hoy más que nunca se hace necesario terminar con esta forma de hacer política, donde prima la mezquindad y el acomodo, para convertir a la carrera en algo nuevo, plural y democrático.

Necesitamos una representación que encare las problemáticas profundas y globales de Historia que arriba mencionamos pensando con honestidad qué carrera deseamos, partiendo de estas preguntas (o varias otras): ¿Qué historiador formamos y para qué? ¿Cuáles son las herramientas teóricas y metodológicas que nos dan para el ejercicio de la investigación? ¿Es suficiente la formación y la experiencia docente que adquirimos en la carrera? Estos interrogantes centrales a la hora de pensar nuestra carrera no sólo no están resueltos positivamente, sino que en la generales de la ley no están presentes siquiera como inquietud. Nos parece que no podemos ahondar en las reformas que pretendemos hacerle al plan de estudios sin cuestionarnos todo esto. En tiempos en que la disciplina se encuentra cada vez más alejada del estereotipo de historiador produciendo conocimiento de forma aislada –la tesis colectiva y los grupos de investigación dan cuenta de esto-, en tiempos en que a los estudiantes nos hace cada vez menos gracia pensarnos como meros acumuladores de papelitos y certificados de asistencia a congresos, en tiempos en que Latinoamérica atraviesa una época de cambios históricos con el rol protagónico de sus pueblos, es que nosotros como historiadores no podemos permanecer ajenos.

Esta es una carencia preocupante que debemos suplir discutiendo y articulando nuestras diversas miradas  para construir una carrera que este a la altura de los desafíos que nos presenta este nuevo siglo.


Actividades que hicimos


Sin ser representantes estudiantiles en la Junta, fuimos los primeros en tomar la tarea (vacante por aquella época) de socializar y difundir las sesiones de junta al resto de los compañeros de Historia. Cuando arrancamos a hacerlo, ni el Bloque ni La Mariátegui los hacían.
  • Presentación del libro de Miguel Mazzeo, Invitación al descubrimiento. José Carlos Mariátegui y el socialismo de Nuestra América, junto con la cátedra de América III B
  • Ciclo de charlas: “Un análisis interdisciplinario del Manifiesto Comunista” Antropo-Historia-Letras
    Presentación del libro de Gustavo Rodríguez Ostria, Teoponte y los guerrileros argentinos en Bolivia, contando con la presencia del autor en filo.
  • Semana Bolivariana: muestra-infografía sobre el proceso venezolano, charlas con Modesto Guerrero y Guillermo Cieza, presentación de libros, música, etcétera.
  • Participación y difusión de todas las instancias de debate por la reforma del plan.
  • Defensa de las designaciones, promociones y propuestas de seminarios que hizo la junta en el consejo directivo. Como representación en consejo hemos logrado en este año destrabar varias cuestiones que la Junta de Historia aprobaba y el consejo rechazaba.
  • Dossier “Bicentenario”. Este año editamos una publicación con notas sobre la temática. Escribieron especialmente (entre otros): Sergio Guerra Villaboy (Univ. de La Habana), Modesto Guerrero (Venezuela), Juan Hernández (UBA) y Miguel Mazzeo (FPDS).
  • Desde Consejo Directivo impulsamos las prácticas docentes en Bachilleratos populares, las equivalencias en idiomas, la elección de director en época de clases, la limitación de bibliografía extranjera, la libre grabación de los teóricos, la encuesta estudiantil sobre las cátedras (al igual que lo propusimos en junta).
  • Conferencia con el dirigente revolucionario campesino Hugo Blanco presentando su libro “Nosotros los Indios”.
  • Cátedras Libres "Nuestra América" y "José Martí"


Te proponemos!
  • Impulsar la reforma del plan de estudios con jornadas abiertas, participativas, masivas y resolutivas.
  • Implementación de la reglamentación sobre adscripciones, con una clara definición del acceso, las tareas y las instancias de formación. También proponemos la existencia de períodos preestablecidos para los llamados.
  • Reglamentación de una selección interna para las designaciones docentes clara, transparente y democrática, con participación de los estudiantes en ella, que garanticen la posibilidad de una pluralidad de miradas. ¡Basta de designaciones a dedo!
  • Efectivizar el claustro único docente para avanzar en la democratización.
  • Establecer un régimen de formación docente en las materias.
  • Instar a los profesores regulares con altas dedicaciones (semi exclusiva y exclusiva) a que dicten seminarios de grado, y no sólo de posgrado.
  • Establecimiento de encuestas estudiantiles sobre las propuestas formativas de las cátedras.
  • Impulso a la democratización del acceso y la información sobre las becas UBACYT y CONICET
  • Impulsar un espacio de pre-juntas donde discutir las problemáticas de la carrera previamente a las reuniones de junta, ya que nosotros no pretendemos auto-representamos ni queremos representar a una fuerza o frente político determinado, sino que queremos ser la correa de transmisión de las inquietudes de todos los estudiantes.
  • Democratización del acceso a los institutos de investigación.
  • Impulsar la interdisciplinariedad.
  • Establecer un vínculo entre la docencia y la investigación.
  • Conformar dentro del departamento una videoteca sobre temas históricos, donde podamos recurrir en caso de interés, necesidad pedagógica o laboral.
  • Que el departamento canalice y organice una buena bolsa de trabajo para los estudiantes y docentes; así como se abran canales de inserción en Museos y Archivos.
  • Que el Depto realice los trámites oficiales para el reconocimiento de la incumbencia del título sobre nuevos campos de inserción laboral, museos, archivos, emprendimientos culturales varios.
  • Funcionamiento en asambleas periódicas.
  • Crear una publicación cuatrimestral de la carrera de Historia sobre problemáticas de interés.
  • Articular con estudiantes de otras juntas para dar batalla en unidad por las problemáticas que atañen a los distintos departamentos.
  • Abrir instancias de prácticas de escritura, trabajo de archivo, investigación y trabajo colectivo-grupal.
  • Fomentar el uso de las nuevas tecnologías y soportes como recursos didácticos de las materias y en la preparación docente.
  • Impulsar jornadas de debate, plural, democráticas y participativas sobre las tareas del historiador que rompa con el ombliguismo academicista.

En Centro e Historia - LISTA 9


La Juntada en Historia

lunes, 15 de noviembre de 2010

Informe de la sesión de la Junta Departamental de Historia (15/11/10)

Avales:
Se vienen varias jornadas avaladas por el depto de Historia:
* Jornadas sobre la acreditación y evaluación del profesorado (el 11/12)
* Jornadas de Historia y educación (para el próximo año)
* 2do Congreso internacional de historia inmediata (Maracaibo, 2011)
* Jornada de Historia Oral (San Luis)
* Jornada de jóvenes investigadores sobre Medieval y Moderna (de la casa!)

Seminarios:
* Salió el único de verano: seminario de Corina Lucchia: "Algunos problemas entorno a los enfoques marxistas sobre las sociedades precapitalistas"

Renuncias:
* Otro que se va: Di Privitello se fue de HSG "A" 
* Di Meglio le dijo adiós a su ayudantía de primera en la cátedra de Argentina I (Goldman)

Dudas, sugerencias, puteadas,escribinos: lajuntada.historia@gmail.com

domingo, 14 de noviembre de 2010

Material para el debate - Noviembre de 2010



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Editorial

Comienza a llegar a su fin un año en el que, sin lugar a dudas, hemos sido testigos y protagonistas de un importante despliegue de la participación política en un sentido amplio del término, no sólo expresado en el creciente grado de movilización social y en el protagonismo adquirido por las organizaciones político-sociales, sindicatos y demás expresiones del campo popular; sino también en los mayores niveles de participación e involucramiento del pueblo en general, y de los jóvenes en particular. En este sentido, el 2010 ha sido un año en que se ha demostrado que la juventud se está organizando cada vez con mayores niveles de convicción, que quiere liderar la transformación, que no tiene pensando conformarse con lo dado tal cual está. Pero sobre todas las cosas, nos recuerda que cualquier intento por transformar y mejorar el país, el continente y, por qué no, el mundo en el que vivimos, deberá contar necesariamente con la participación de las juventudes y sus bríos renovadores.

El Frente La Juntada que venimos construyendo hace ya casi 3 años, es una de las expresiones generacionales de vocación de cambio y participación a la que nos referíamos anteriormente. Las cinco agrupaciones que conformamos el mismo, nos sentimos hermanadas, más allá de las diferencias y particularidades que nos definen como tales, por similares caracterizaciones en cuanto a la necesidad de transformar la cultura política desde la izquierda, poniendo en cuestión formas y lógicas de construcción que consideramos equivocadas y regresivas a la hora de pensar un verdadero proceso transformador acorde a los nuevos vientos que corren en todo nuestro continente. Con esa perspectiva consideramos necesario reconstruir un movimiento estudiantil que esté a la altura de los procesos que se están llevando actualmente, y que sea capaz de intervenir en la coyuntura desde su propia particularidad, como históricamente lo ha sabido hacer en países como el nuestro.

Por eso mismo, nos damos la tarea de discutir y difundir materiales que sirvan como disparador de debates hacia dentro de nuestra facultad, entendiendo que es de vital importancia el crecimiento de la participación pero también la formación y la práctica reflexiva entre los estudiantes de Filosofía y Letras. Sabemos que el debate ni comienza ni se termina únicamente en el material que pueda publicar una fuerza o un frente, pero sí lo entendemos como un aporte fundamental en un cuatrimestre signado por la victoria de un conflicto que tuvo como protagonistas a los estudiantes organizados, y en el marco de una coyuntura nacional que atraviesa con más fuerza que otros años la vida política de nuestra facultad y de la UBA en general.

Coyuntura Nacional

La muerte de Néstor Kirchner y la masiva respuesta popular que se generó en consecuencia, ha expresado, entre otras cosas, las expectativas generadas en grandes sectores de la población en torno a la toma por parte del Gobierno Nacional de ciertas medidas que podríamos caracterizar como progresivas, como la nueva ley de medios, la estatización de las AFJP, la asignación universal por hijo, el fortalecimiento de la unidad latinoamericana y el fin de las leyes de la impunidad para los genocidas de ayer. Evidentemente, se han instalado temas en la agenda mediática y en la cotidianeidad de la gente, que hubieran sido impensables previamente a la rebelión del 2001 y al advenimiento del Kirchnnerismo “restaurador” de la paz social y de los índices económicos.

Una dolorosa e indignante señal de alarma se encendía tan sólo una semana antes de este episodio: una patota sindical de la Unión Ferroviaria, comandada por José Pedraza, asesinaba al compañero Mariano Ferreyra. Los sectores mas nefastos en los que el gobierno se ha apoyado y se apoya, disparaban a matar no solamente contra una protesta de tercerizados y sus manifestantes, sino contra todos los sectores de trabajadores, estudiantes, desocupados, que venimos dando batalla para conquistar históricas reivindicaciones populares, y acumulando fuerzas para redoblar la apuesta de transformación en nuestro país. Este crimen expresa los límites de una construcción pretendidamente progresista pero erigida sobre pilares de lo más nefasto de la política nacional. No basta que el Estado “evite” impulsar directamente una escalada represiva abierta ante el conflicto social, en tanto y en cuanto, se siga amparando en sectores reaccionarios como la burocracia sindical, ama y señora de la vida de muchos trabajadores, o toda la cohorte de barones punteriles del conurbano y los métodos asesinos de los mismos.

Por otro lado, el fallecimiento del ex Presidente ha despertado la incertidumbre acerca del rumbo del aparato Pejotista ante la desaparición de quién funcionaba como articulador y equilibrador de las fuertes tensiones desarrolladas dentro del mismo. ¿Pactarán entre los distintos grupos alrededor de la figura de la actual presidenta y sus grandes posibilidades de ganar en el 2011, o se abrirá una pelea feroz por la sucesión que podría implicar una radicalización del gobierno de Cristina? Respetamos la genuina esperanza que muchos compañeros depositan en esta segunda posibilidad. Pero, si bien la muerte de Néstor Kirchner ha demostrado que el apoyo popular, y sobre todo de sectores de la juventud, existe, para “bancar” ciertos avances que impliquen una profundización en un rumbo mas jugado con los intereses populares, como otros gobiernos de la región lo vienen haciendo, los “progres k”, no solo son minoría dentro del kirchnerismo, sino que en este terrible episodio han cerrado filas con los poderosos y retrógrados volviendo a mostrar que no existe tal cosa como “la pelea desde adentro” que (cada vez menos) relatan. El “Proyecto Nacional” estará siempre entrecruzado con la asociación a grupos monopólicos locales y extranjeros, la continuidad del saqueo de nuestros bienes naturales, la masiva precarización de los trabajadores y la persistencia de una distribución de la riqueza cada vez más desigual, el apoyo a la burocracia sindical y a mucho de lo peor de la “vieja política”. Ya hemos transitado por diversas experiencias históricas en nuestro país como para poder sostener que la voluntad política de los de arriba no suele condecirse muy seguido con la de los de abajo.

Por eso mismo pensamos que, independientemente de cómo se resuelvan los contrapesos de poder al interior del actual Gobierno Nacional, de aquí al 2011 es imprescindible fortalecer la construcción de base y la referencia política de la izquierda independiente. Esto es, de una izquierda enraizada en las construcciones de base, con vocación de unidad y articulación amplia con otros sectores del campo popular. Una izquierda nueva que sea capaz de escapar a la ridícula igualación entre Macri y Kirchner sin comprometer su independencia política; una izquierda que no se abraze con la Sociedad Rural, Mirtha Legrand, Clarín o Lilita Carrió para demostrar, paradójicamente, qué tan opositora y de izquierda es. Necesitamos construir algo distinto a una Izquierda Gorila, que no titubee si de enfrentar a la derecha se trata.

En este sentido, creemos que no se trata de poner el énfasis en la falsa dicotomía Kirchnerismo o Antikirchnerismo (como si todos los malos estuvieran de un lado y todos los buenos del otro), sino de identificar cuáles son los enemigos concretos y construir el poder suficiente para avanzar, en conjunto con todos aquellos sectores del campo popular, con una genuina vocación de transformación, sin peder la autonomía política y la posibilidad de acumular poder desde las bases, pero sin convertirse en una secta completamente al margen de los conflictos puntuales que atraviesan nuestra sociedad, y las grandes disputas en las que también se juegan, muchas veces, los intereses populares.

Pero sobre todo para nosotros, los estudiantes universitarios, el gran dato del año es la visibilidad política adquirida por el movimiento estudiantil y la juventud en general, que tuvo como expresiones mas recientes al célebre estudiantazo y su puesta en jaque del gobierno de Macri, pero que viene manifestándose en distintos ámbitos, como por ejemplo el sindical, a partir del surgimiento de nuevos sindicatos críticos de la vieja burocracia. En este marco, la tarea de construir una herramienta política autónoma, contra-hegemónica y popular, recae de forma indelegable sobre nosotros. Son los desafíos de nuestra generación poder abandonar las recetas mágicas, los programas “de avanzada” de “vanguardias” autoproclamadas y alejadas de nuestro pueblo. Construir una alternativa política nueva, con vocación de masas, desde abajo y a la izquierda: Ése es el gran desafío al que buscamos contribuir desde La Juntada.

El Estudiantazo
La juventud en rebeldía

En el último año la realidad política y social del país se vio sacudida por la irrupción de la juventud en la arena pública. Diversos hechos fueron trazando el derrotero político en estos últimos tiempos, siendo los jóvenes protagonistas directos y centrales, o teniendo al menos un rol destacado en casi todos ellos. El fenómeno central que da cuenta de esta irrupción política es el estudiantazo, la rebelión estudiantil encabezada por los estudiantes secundarios que sacudió al gobierno de Macri y luego cundió por distintos ámbitos educativos de distantes rincones del país. Este es un proceso que puede rastrearse desde el 2008, cobrando un nuevo impulso a principios de este año en el ámbito de los colegios secundarios de capital. En algunos colegios como el Mariano Acosta, el Julio Cortázar o el Normal 1, comenzó a organizarse la lucha. Luego estalló con las tomas de los establecimientos, que se extendieron en decenas de colegios que por reclamos propios o por solidaridad se plegaron, constituyendo un movimiento fuerte y activo. A estas luchas le siguieron las tomas de Sociales y Filo en la UBA, el IUNA (que sigue hasta hoy tomado), la EMPA, y los terciarios como el Joaquín V González y el Mariano Acosta. Finalmente se extendió más allá del conurbano y la capital, a la provincia de Córdoba, donde la toma de Humanidades se extendió por cuarenta días. Las razones de las múltiples luchas sobraban. Sobresalían las demandas edilicias: el hacinamiento, los techos que se caen, la falta de gas, etc, que por desgracia están incorporados en las geografías del ámbito educativo. También en los reclamos se hizo presente la validez de los títulos y el contenido de los planes de estudio, las becas inexistentes o insuficientes, y el rechazo a la represión y la criminalización de la protesta. Este cuadro de situación muestra cómo con políticas variadas, que van desde la privatización, el mayor financiamiento a la educación privada y el abandono de lo público como impulsa Macri; hasta el ahogo presupuestario y la generación de recursos propios y la aceptación de recursos de las empresas (La Alumbrera por ejemplo), para poner lo público sin privatizar al servicio del capital, como hace el gobierno nacional y otros gobiernos provinciales, se asedia en forma constante a la educación pública. Al mismo tiempo se evidencia que somos los jóvenes los que nos ponemos a la cabeza de la lucha en su defensa, por su autonomía y su carácter laico, gratuito, y de calidad.

Esta rebelión al mismo tiempo que golpeó con todo al macrismo y copó la plaza de Mayo en una movilización histórica, le dio un impulso enorme al movimiento estudiantil que demostró estar de pie y más vivo que nunca, consiguiendo una buena parte de las demandas que levantaba, representando el triunfo más importante desde la vuelta de la democracia. Esto fue posible por la extensa participación que existió desde las bases, con una organización importante que favoreció la discusión y la toma de decisiones en asambleas, y una articulación de las luchas que en muchos casos fue efectiva, al mismo tiempo que se pudo lograr en algunos casos el apoyo de profesores, de las autoridades y los padres. Otro de los factores clave fueron los variados planes de lucha que se implementaron, agotando todas las instancias de diálogo con las autoridades primero, luego desplegando en forma creativa y furibunda una amplia gama de métodos: tomas, cortes, marchas, intervenciones artísticas en las calles. Siempre priorizando la discusión colectiva, y la coordinación mandatada desde las bases. Por último, fue crucial también la disputa mediática. Los pibes salieron con todo a frenar la campaña de los medios contra la lucha, disputando cara a cara con los personeros de los oligopolios mediáticos y ganaron la batalla por la opinión pública, que se terminó inclinando en favor del estudiantazo.

Seguramente falta mucho para construir un movimiento estudiantil masivo como el que deseamos y necesitamos en la lucha por la liberación del país y el continente, pero en esta experiencia hemos aprendido mucho de nuestras luchas y sobre todo del ejemplo que dieron los más jóvenes entre los jóvenes. Esta nueva generación que sale a la calle a pelear por la educación, sin miedos ni titubeos, se crió entre las barricadas, las marchas, los cacerolazos y los piquetes que sacudieron el país durante el 2001. Estos pibes le muestran a la sociedad entera que esa llama de rebeldía esta viva y volvió arder por un momento como en aquellos días, que no hay que resignarse ni conformarse, que otra sociedad es posible, y que el único camino para cambiarla es la lucha, la organización y la independencia política.

Y en Filo?

Filo también protagonizó  el estudiantazo… fueron 31 días de toma con un reclamo claro y concreto: un edificio para todos y todas que no tenga espacios arancelados, que esté conectado en todos sus pisos y que tenga jardín maternal y comedor universitario; para esto fue fundamental el trabajo realizado desde el 2008 por la comisión por el presupuesto que generó los insumos necesarios para dar una disputa en mejores condiciones, un pre proyecto de edificio que hizo dejar en evidencia las intenciones de la gestión de priorizar los espacios arancelados. Los 31 días de lucha estuvieron marcados por asambleas multitudinarias, clases publicas y auto gestionadas por los mismos estudiantes, comisiones como la de mercantilización, LES-coneau y autogestión del conocimiento. En definitiva, mucho trabajo de base y participación activa para finalmente lograr que se firme una resolución de consejo directivo, en una sesión masiva en la 218, donde se contemplaban los reclamos estudiantiles.

Sobre el proceso y como parte de el, desde La Juntada caracterizamos que la lucha que estamos afrontando es de largo aliento y que en la etapa en la que estábamos era necesario un golpe rápido y efectivo. Las maniobras de la gestión y algunas decisiones tácticas poco resolutivas promovidas por ciertos sectores dilataron el camino hacia una sesión en donde estar cara a cara con la gestión (no con sus títeres sino con el mismo titiritero). No obstante, pudimos hacerles sentir el peso de una correlación de fuerzas favorable y obligarlos a ceder. También vimos con cierta preocupación que el reclamo por momentos tomó un tinte estudiantilista, arriesgándose a excluir al resto de los claustros. Nosotros reafirmamos que si la Universidad la vamos cambiar entre todos los actores que estamos en ella, distanciarnos del resto de los claustros puede ser una tendencia peligrosa.

Por último, los 31 días también pusieron sobre el tapete la crisis de un modelo de centro de estudiantes basado en el consignismo vacío y la auto-representación. Muestra de esto fue que la conducción del CEFYL quedó marginada de la coordinación de las asambleas desde la primer semana, así como también la falsa dicotomía que se genero entre centro de estudiantes -CEFYL- y asamblea. Sin ir más lejos, las comisiones que se formaron y que hoy siguen funcionando se identifican como comisiones de la asamblea, pero no del centro. Cuando el centro de estudiantes es sólo identificado por los espacios de gestión (fotocopiadora y bar) o cuando la identidad del mismo es la de la agrupación u organización que lo conduce, la funcionalidad gremial queda olvidada. Por eso es necesario generar una identidad de centro que permita contener al activismo como militantes del CEFYL que, sin ser parte de la conducción, se organizan en su gremio. Y esto sólo podremos lograrlo con la democratizando del Centro. Debemos conformar un cuerpo de delegados que permita llevar los debates a todos los cursos y fomente un espacio de mayor participación, fortalecer las comisiones y todas las iniciativas que puedan permitir abrir las puertas a que un mayor numero de estudiantes se sientan parte de algo que hoy parece estar escindido de la mayoría.

La no auto-representación es el eje de nuestro quehacer cotidiano como consejeros estudiantiles en este primer año en el Consejo Directivo. Ejemplo de esto fueron las reuniones abiertas que impulsamos periódicamente con los consejeros. Sabemos que la lucha en este ámbito va a ser desigual hasta que logremos democratizar los órganos de cogobierno. Sin embargo, vemos la necesidad de no negarlo como instancia porque es ahí donde se terminan definiendo los reclamos. Como se demostró en nuestra última lucha, con la movilización estudiantil y generando una correlación de fuerzas favorable podemos conseguir grandes cosas. Durante este año como consejeros logramos avanzar en varios aspectos que implican empezar a democratizar el conocimiento. Así, los proyectos que presentamos y fueron aprobados como la limitación de bibliografía en idioma extranjero, la grabación obligatoria de todos los teóricos, la posibilidad de todas las carreras de hacer las prácticas y observaciones de Didáctica en bachilleratos populares u otras experiencias no formales, la equivalencia de idiomas y la elección de directores de carrera en época de clases son pasos que nos permiten empezar a construir una Universidad diferente, una Universidad laica, gratuita, científica y al servicio del pueblo.

Que la Universidad se pinte de pueblo

La situación política al interior de la UBA ha sufrido varios cambios -al menos a nivel claustro estudiantil- en el último tiempo. La izquierda recuperó la conducción de dos centros más de las manos del pan-radicalismo que gobierna la universidad. El triunfo en Farmacia y Bioquímica y en Medicina significan un claro avance de la izquierda, avance que ya se había visto expresado en el triunfo en las elecciones de nuestra federación: por primera vez, las agrupaciones que conformamos La Juntada accedimos a la co-presidencia de la FUBA, con la intención de comenzar a transitar el largo camino de refundación de nuestras herramientas gremiales también a nivel regional.

En sintonía con ese objetivo, desde la nueva conducción de la FUBA impulsamos distintas iniciativas como la Feria de Productos Autogestivos y la primera edición de la Cátedra Libre Nuestra América. Estas dos, bastante representativas de lo que pensamos debe ser una herramienta gremial: creemos que debe articular con los movimientos sociales más allá de la asistencia a una marcha o el aporte a un fondo de lucha; la herramienta gremial que nosotros queremos apunta a articular realmente con estos sectores, ya que vemos la transformación de la universidad como tarea del conjunto del campo popular. También pensamos que nuestras herramientas gremiales (ya sean los centros o la federación) deben darse una política seria en torno a la producción de conocimiento, cuestión que desde La Juntada pensamos que va en paralelo a las luchas de índole gremial. La construcción de un movimiento estudiantil fuerte y capaz de influir en la coyuntura política general no puede darse sólo mediante el luchismo agotador y acrítico que a veces naturalizamos en la UBA. Debemos luchar, pero debemos reflexionar sobre nuestras luchas y, sobre todo, debemos apuntar a dar la disputa sobre el sentido, sobre el rol de la universidad: qué conocimiento se produce, quiénes lo producen y para quién. Es necesario construir contrahegemonía en el campo de la producción de conocimiento y hacerlo de forma colectiva.

Sin embargo, no debemos olvidar que el fin del año pasado y el inicio de este 2010 nos encontraron otra vez enfrentando la elección de forma ilegítima de nuestro rector, pero otra vez sin una alternativa que oponerle. Desde La Juntada insistimos siempre en la necesidad de construir procesos de lucha: que el conflicto no sea la asamblea, la marcha, la toma o la concentración. Éstas son medidas muchas veces necesarias pero nunca suficientes por sí mismas. Es fundamental construir los procesos de lucha, debatir colectivamente en pos de llenar de contenido nuestras reivindicaciones y sobre todo darnos un trabajo serio de cara a la construcción de dichos reclamos. Un proceso victorioso es aquél que surge desde las bases y con participación masiva de todos nosotros; es aquél que deja de lado las mezquindades que a veces naturalizamos para proponer un debate abierto y franco con el conjunto de la comunidad educativa y, finalmente, es victorioso en la medida en que nos tracemos una estrategia clara para conseguir lo que queremos. En este sentido, cabe destacar los procesos que se dieron en Exactas y Sociales.

Creemos importante recuperar las experiencias de estas otras dos facultades porque creemos que podemos aprender de ellas. En Exactas se le dijo no a la acreditación de las carreras de grado a la CONEAU. Pero como lo fundamental es el proceso, lo enriquecedor es ver cómo se llegó a eso. El decano Aliaga le tuvo que bajar el pulgar a su propia propuesta en un Consejo Directivo sesionando en el aula magna, no debido a un brusco cambio de parecer por su parte, sino a la presión generada por un proceso de discusión colectivo entre docentes y estudiantes sobre las implicancias de acreditar sus carreras a un organismo mercantilizador como es la CoNEAU. Ese es el tipo de proceso de lucha que desde La Juntada reivindicamos, un proceso de lucha que no privilegia la medida por la medida misma, sino el trabajo, el debate y la movilización como corolario de un proceso previo.

El caso de Sociales es paradigmático en tanto versa sobre la cuestión edilicia, un tema en boga para todos aquellos que estudiamos o trabajamos en la UBA y en tanto implica un andar que ya lleva casi 14 años. El camino recorrido incluye la toma de la facultad, del rectorado y del Ministerio de Educación. Atraviesa varios decanos, rectores y conducciones del centro de estudiantes y de la federación. Y lo que nos deja como saldo es la importancia de la organización y la movilización del movimiento estudiantil; la construcción -aún en proceso- de un nuevo modelo de centro de estudiantes, de un centro organizado y participativo, con un cuerpo de delegados y una identidad propia que excede a las organizaciones que lo conducen fue lo que permitió, entre otras cosas, que el movimiento estudiantil del CECSo sea más masivo que nunca. Y como la fuerza del movimiento viene dada por la aplastante mayoría que nuestro claustro tiene en la universidad, fueron estos factores también los que condujeron a la victoria.

De todo este camino andado creemos necesario extraer algunas conclusiones y tareas para la etapa que debemos afrontar como movimiento. Ya lo hemos dicho: la mejor forma de luchar es proponiendo, y es en ese sentido que consideramos fundamental profundizar las discusiones sobre el modelo de universidad vigente y aquél que hoy se nos impone como necesario. Los debates en torno a la Ley de Educación Superior, la acreditación a la CONEAU y la democratización de nuestros órganos de cogobierno son debates que se vienen y sobre los que nosotros como estudiantes debemos posicionarnos. La cuestión de la democratización, tal como lo decíamos a principio de año, es un tema central debido a que el resto de nuestras reivindicaciones (el tema presupuestario acá es un ejemplo claro) tienen su raíz en lo antidemocrático del cogobierno universitario que a su vez se encuentra reglado así por la Ley de Educación Superior vigente.

Pero la democratización, a nuestro entender, excede al cogobierno; debemos apuntar también a la democratización del conocimiento en pos de repensar y redefinir el rol que como futuros intelectuales críticos queremos asumir en el seno de nuestra sociedad. Repensarnos, en última instancia, como sujetos universitarios y rediscutir y actualizar el contexto sociopolítico en el que estamos inmersos. Los procesos de reforma de los planes de estudio abiertos en muchas carreras de nuestra facultad adquieren, de esta forma, una importancia crucial.

Para incidir realmente en estos procesos creemos urgente refundar nuestro centro de estudiantes. Queremos un CEFyL con una identidad propia, un CEFyL participativo, organizado desde abajo, desde las bases, desde los cursos... un CEFyL que no separe lo gremial de lo académico, que son dos caras de una misma pelea: transformar nuestra universidad aportando así al cambio social. Queremos un nuevo centro, una nueva federación, un nuevo modelo de herramienta gremial que apunte realmente y con seriedad a la construcción de otro modelo de universidad con todos los claustros y con el conjunto del campo popular. Un centro que apunte a que la universidad, en palabras del Che, “se pinte de negro, que se pinte de mulato; que se pinte de obrero y de campesino, que la universidad se pinte de pueblo”.

Intento de golpe en Ecuador y elecciones en Venezuela
Construyendo poder popular por la unidad de Nuestra América.

A lo largo de la década que está terminando, la unidad entre los pueblos de nuestra América creció a lo largo y ancho de estas tierras. La derrota de los planes imperiales del ALCA de Bush fue contundente y el modelo de las “relaciones carnales” y de los tratados bilaterales de libre comercio quedó reducido a una minoría de gobiernos retrógrados entre los que se encuentran los de Perú, Colombia, México o Chile. La conformación de la UNASUR, el surgimiento del ALBA o la continuidad del Mercosur son la expresión al nivel político más superestructural de una amalgama que se está construyendo también por abajo. Los distintos pueblos de nuestro continente estamos cruzados por múltiples vasos comunicantes, a veces visibles y a veces no, por los que transcurren un mismo sufrimiento y una misma esperanza de libertad. Es así como el siglo arrancó con una seguidilla de rebeliones populares que a veces incluso compartieron hasta las mismas consignas y sujetos sociales, reivindicaciones similares y que fueron dando lugar a procesos de lucha y transformación de la realidad que se identifican entre sí y se reconocen hermanos. Indígenas, desocupados, campesinos sin tierra, trabajadores, estudiantes, mujeres, todos y todas estamos aprendiendo a situarnos en el sufrimiento y la energía de lucha de Nuestra América, en la tradición de más de 500 años de resistencia y de enfrentamiento a la opresión.

La derecha en un primer momento fue puesta fuera de juego por la movilización popular, pero al pasar los años, sostenida y financiada por los Estados Unidos, decidió recuperar los privilegios que considera suyos desde siempre. El establecimiento de las nuevas bases yanquis en Colombia, el golpe en Honduras y la reactivación de la cuarta flota norteamericana, entre otras medidas, son la prueba evidente de las intenciones de las clases dominantes aliadas al imperialismo.

El fracasado intento de golpe de Estado en Ecuador, felizmente enfrentado por la movilización popular, es una nueva expresión de la acción criminal del imperialismo y la derecha conservadora. A la gravedad de este ataque se nos suma la preocupación  porque parte de la izquierda lo haya apoyado: no solamente el maoísmo ecuatoriano vinculado al coronel Lucio Gutiérrez, sino también parte del movimiento indígena Pachakutik; mientras que sectores del trotskismo latinoamericano como Izquierda Socialista o el PTS interpretaron que el intento de golpe no fue tal (¿qué habrían dicho si algunos de los balazos que dieron en la carrocería y los vidrios del auto del presidente Correa matando a uno de sus guardaespaldas lo hubiera asesinado a él?) y hasta en algún caso interpretaron la situación como una lucha justa de la policía amotinada contra el ajuste gubernamental (¿¿¡¡revival sojero!!??).

Independientemente de la valoración que tengamos sobre la figura del presidente Correa y de sus políticas, particularmente de los recientes planes de impulso de los agronegocios y de la gran minería que lo llevaron a enfrentarse con sectores sociales importantes como los pueblos indígenas organizados en la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, creemos que la condena al intento de golpe debe ser incondicional por parte de las fuerzas populares y de la izquierda.

Otro de los procesos populares más avanzados del continente es el del pueblo venezolano, conducido por Hugo Chávez. Esta vez, a nivel institucional, la derecha logró reacomodarse en unas elecciones legislativas que, a diferencia de lo que publicaron los medios monopólicos del continente (Clarín y La Nación en nuestro país), le dieron su enésimo triunfo electoral al PSUV chavista. Dicho esto, hay que decir que observadores insospechados de intereses pro-imperialistas, como Modesto Guerrero,  interpretaron las dificultades del chavismo para lograr una mayoría absoluta en el poder legislativo (ese era el objetivo del PSUV) como una expresión de las limitaciones de la construcción chavista. Cuando Hugo Chávez no es candidato directo quedan a la vista del pueblo arribistas, boliburgueses o casos de corrupción que son castigados por el voto popular. Es que el proceso bolivariano, siendo una de las referencias obligadas para todos los militantes socialistas de nuestro continente, también presenta las contradicciones de todo recorrido popular. En Venezuela, en un contexto muy favorable, la apuesta es a la construcción de poder popular por el socialismo.

Las diferentes agrupaciones que conformamos La Juntada nos sentimos parte de este caleidoscopio de luchas que recorren nuestro continente. Con los matices y las diferencias de cada uno buscamos que toda esta energía de lucha pueda vivirse dentro de nuestra facultad.

9 razones para apostar al cambio

  1. Porque somos un Frente que construye desde hace más de dos años de forma conjunta, no nos unimos sólo para las elecciones
  2. Porque queremos construir otro modelo de Universidad y creemos que el cambio empieza por nuestras propias prácticas.
  3. Porque vemos la política gremial y la académica como partes de una misma disputa: Transformar nuestra Universidad.
  4. Porque apostamos a la democratización de todos los ámbitos: los órganos de cogobierno, el Centro de estudiantes y la producción de conocimiento.
  5. Porque queremos refundar nuestro centro de estudiantes: No queremos un CEFyL-Bandera ni un CEFyL de tal o cual agrupación. Queremos un CEFyL participativo, de todos los estudiantes, democrático y con una identidad y política propias, que excedan a la organización que lo conduce.
  6. Porque damos la disputa en las Juntas y en el Consejo con proyectos e iniciativas. Con una política que excede el declaracionismo.
  7. Porque consideramos que el cambio se construye dentro y fuera de la UBA, articulando con las organizaciones barriales, culturales, etc. del Campo Popular.
  8. Porque somos la Izquierda que para luchar contra el Gobierno no se abraza con Clarín, La Nazión, Lilita Carrió y la Sociedad Rural
  9. Porque somos LA ALTERNATIVA de IZQUIERDA e INDEPENDIENTE, peleamos todos los días colectivamente por una sociedad más justa.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Elecciones en Filo del 29 de Noviembre al 3 de Diciembre



¿Qué son las juntas departamentales?
 
Las juntas departamentales son el órgano consultivo de cada carrera. Están compuestas por representantes de 3 claustros: 4 por el claustro de profesores (3 por mayoría y 1 por minoría), 3 por el claustro de graduados (2 por mayoría y 1 por minoría) y 3 por el claustro estudiantil (2 por mayoría y 1 por minoría); además del director de la carrera que también pertenece al de profesores.  

¿Por qué es importante votar para juntas?

En las juntas departamentales se deciden asuntos que atañen a la vida política y académica de nuestras carreras: oferta de materias y seminarios, concursos, oferta horaria, congresos, etc. Además de ser los ámbitos desde los cuales se pueden impulsar propuestas tales como discusión interclaustros de los planes de estudio, creación de grupos de estudio y/o investigación, publicación y difusión de tesis o producciones académicas de los estudiantes, etc. Todo lo que la junta propone, se eleva al consejo directivo para su posterior aprobación o desestimación.
 
¿Qué es el centro de estudiantes?

El centro de estudiantes es la herramienta gremial de todos los estudiantes. Está compuesta por su conducción (presidencia y vicepresidencia) y por 15 vocalías que se reparten entre las distintas listas proporcionalmente al porcentaje de votos y cuyos representantes se reúnen periódicamente en la Comisión Directiva del Cefyl.

¿Por qué es importante votar a centro?

El centro de estudiantes es la herramienta que poseemos todos los estudiantes para organizarnos y debatir propuestas y acciones de cara a nuestras reivindicaciones y necesidades. Por esta razón, las fuerzas que lo conforman no tienen como tarea “representar” al conjunto de los estudiantes sino generar y/o garantizar la creación y difusión de instancias de participación y debate colectivo, plural y democrático acerca de estas cuestiones.

¿Cómo voto?

Acercate a la facultad con tu libreta, cédula o DNI en la semana del 29 de Noviembre al 3 de Diciembre, en el horario de 10 a 22 hs. Las elecciones de juntas son en el departamento correspondiente a cada carrera, ubicados todos en el 3º piso.

Para votar a centro, dirigite a la mesa correspondiente a la primer letra de tu apellido. Están repartidas en los 3 pisos, preguntá por la tuya al llegar!

Importante: si votás con tu DNI, no te olvides de llevarte el comprobante.

Obligatoriedad o no obligatoriedad ¿cuál es la cuestión?

Por reglamento, las elecciones de juntas departamentales son obligatorias y las de centro de estudiantes no lo son. Desde La Juntada creemos, sin embargo, que debemos sostener un enfoque integral a la hora de pensar la política en nuestra facultad y que no se puede escindir lo gremial de lo académico.

Pensamos que las instancias de discusión del centro de estudiantes deben ser los motores que impulsen la generación de propuestas de cara a los espacios institucionales de decisión respecto de nuestras carreras, al tiempo que todo lo que suceda en ellos debe ser asunto conocido y discutido por todos los estudiantes en su instancia gremial.

Es en este sentido como venimos interviniendo, tanto en las carreras en las que fuimos elegidos como representantes (mayoría estudiantil en Antropo y minoría estudiantil en Letras) como en las que no (Historia), impulsando las discusiones en asambleas por carrera y los procesos de discusión y reforma de los planes de estudio, así como la difusión a través de informes periódicos de lo que sucede en las juntas.


Acercate del 29 de Noviembre al 3 de Diciembre a votar.


QUE NO TE LA CUENTEN !!!!