domingo, 16 de marzo de 2014

Arrancamos el año, compañerxs!



Lxs compañerxs que conformamos La Juntada en Historia somos estudiantes de la carrera a quienes nos moviliza el deseo de transformar nuestra universidad: Intentamos poner en cuestión los contenidos y la forma en que estudiamos la Historia, la realidad de muchos docentes que nos dan clase sin cobrar un peso, la carencia de concursos docentes regulares, el funcionamiento del sistema de cátedras, la falta de un reglamento de adscripciones… Para transformar la Facultad y para hacer Historia es necesaria la participación activa de todxs a través del debate y la construcción concreta, con trabajo cotidiano y audacia. Junto a compañerxs no agrupadxs, canalizamos estas inquietudes a través de distintas iniciativas concretas: - Desde el 2012 llevamos a cabo un taller de producción de efemérides en Radio Sur (un medio popular comunitario), cuestionando la carencia de formación en divulgación histórica. - Organizamos desde hace un año talleres de Historia en el Centro Universitario de la cárcel de Devoto (CUD), convencidxs de que la Historia debe ser una herramienta para cuestionar y cambiar la realidad social más allá de las paredes de la facultad. ¡Te invitamos a participar en estas y otras iniciativas que impulsamos, a debatir sobre nuestra carrera y a pelear por transformarla! Este cuatrimestre realizaremos una charla apuntada a la orientación de lxs ingresantes a Historia y una actividad en relación a la Primera Guerra Mundial ya que este año se conmemora el centenario de su inicio. Por último, entendemos que la movilización y la lucha en nuestra universidad deben plantearse como objetivo la democratización de los órganos de gobierno, paso fundamental para avanzar en las transformaciones profundas que necesitan nuestras carreras. 

Democratización: Ayer, hoy y siempre.


Nuestra carrera cuenta, como todas en la facultad, con una Junta Departamental, un órgano tripartito de gobierno, que tiene incidencia sobre muchos temas importantes con respecto al día a día de nuestra carrera, aunque no tenga carácter resolutivo. Algunas de las tareas que le corresponden son: aprobación de cátedras y programas de materias, planificación de actividades institucionales, revisión del plan de estudios, realización de concursos, organización de jornadas y congresos, administración de las rentas (sueldos de los docentes), pronunciamientos sobre la actualidad académica y política, y un largo etcétera. Por esta razón, no nos es indiferente el fuerte carácter antidemocrático de este órgano: por un lado, lxs estudiantes estamos sub-representadxs. Por otro lado, solo un grupo mínimo de profesorxs (titulares, asociadxs o adjuntxs concursadxs) pueden votar y ser elegidos para ocupar el puesto de Director/a de la Junta, por lo que una gran cantidad de docentes quedan excluidxs de la participación en el claustro de profesorxs y deben hacerlo en el de graduadxs. Volviendo a la figura del Director, es necesario recordar que en base a procesos de lucha anteriores, nuestra carrera se caracterizó (entre 2009 y 2013) por llevar adelante la elección a través de asambleas interclaustros masivas que mandataban a lxs representantes estudiantiles y graduadxs a elegir a un Director acompañado de un programa de democratización de la Junta. Esta movilización se enfrentó, durante el 2013, a la acción de la lista de profesorxs (que representa apenas a 9 votantes) quienes intentaban imponer sin debate alguno un Director afín a sus intereses. Ante este panorama, la asamblea interclaustros (con más de 500 personas) eligió dar apoyo a la continuidad de Mariano Rodríguez Otero como Director y al programa de democratización. Contra la voluntad mayoritaria, la actual representación en Junta por la mayoría estudiantil, La Mariátegui, desconoció lo votado en la asamblea, traicionando al movimiento estudiantil y apoyando la candidatura de Marcelo Campagno, actual Director de la carrera que asumió su cargo con el aval explícito de las autoridades de la Facultad. La asamblea decidió entonces, en base a una propuesta que presentamos desde La Juntada en Historia y otras agrupaciones, impulsar la realización de jornadas de discusión y un plebiscito que permitiera a todxs posicionarse sobre cuál es la Junta que necesitamos. En los resultados se evidenció la necesidad de un cambio cualitativo en la actual estructura y funcionamiento de la Junta. El nuevo Director comenzó su gestión demostrando en los hechos que su interés es la “normalización”, la administración de lo existente, haciendo oídos sordos a los reclamos por las transformaciones profundas necesarias en nuestra carrera. Ante esto, la actitud de la representación estudiantil por minoría en la Junta (Partido Obrero - PTS) estuvo en consonancia con su inexplicable y alarmante política de no confrontación con las nuevas autoridades, dividiendo al movimiento estudiantil en la lucha por la democratización en el marco de las elecciones de Decanos y Rector en la UBA. Desde La Juntada estamos convencidxs de que los órganos de cogobierno, a pesar de tener una conformación antidemocrática, son un espacio que debemos disputarle a los sectores que hoy gobiernan la carrera. Entendemos que todxs debemos conocer qué decisiones se toman para poder plantear nuestros reclamos mediante la lucha y la movilización. 

 Plan de estudios ¿¡Que treinta años no es nada!? 


 Francamente, suena muy raro que un Plan de estudios cumpla ¡30 años! A lo largo de los últimos diez años, y como consecuencia de la lucha y participación del movimiento estudiantil y docente de Historia, se consiguieron importantes avances para romper con el pensamiento único a través del surgimiento de numerosas cátedras paralelas. Ahora bien, lejos estamos de haber avanzado sobre una reforma completa que nos permita superar las falencias de nuestra carrera y poder aportar una mirada global a nuestra disciplina y a su práctica concreta. La falta de herramientas teóricas interdisciplinarias que nos permitan elaborar ideas propias y no simplemente copiar y pegar las que han aportado otros; la invisibilización de las mujeres en los procesos históricos; la poca cantidad de materias optativas que permitan una especialización sobre un tema en particular; la inexistente preparación para la práctica de investigación y el trabajo con fuentes; y la miserable formación docente, son algunos de los problemas centrales de nuestra carrera, producto de su anacrónico plan de estudios. Esto se traduce en la formación de un determinado perfil de graduadx que no cuenta con herramientas necesarias para investigar, tampoco para la docencia y que termina obligado a resolver esas falencias por cuenta propia. Entendemos que el problema es esencialmente político: la forma en que se construye y se organiza el conocimiento dentro de la carrera está fundamentada en una lógica de la preservación de la quintita propia y de la más absoluta mezquindad del claustro de profesorxs. Desde La Juntada en Historia entendemos que esta es una excelente oportunidad para transformar lo que deba ser transformado. No tenemos soluciones mágicas, pero sí la voluntad política para debatir junto con toda la comunidad académica el nuevo plan de estudios que Historia necesita.

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